EDAD ANTIGUA
Ya desde el siglo IV a.C.
aparecieron las primeras referencias acerca de un estudio particularmente
novedoso por su enfoque. Estudiar la forma de escribir considerando, no lo
puramente lingüístico, gramatical y literario, sino observando la
particularidad de los rasgos; y además relacionar tales representaciones con el
temperamento de quien los traza. Esta perspectiva resultaría algo muy
interesante y significativo; como si se tratara de echar luz a los secretos de
una nueva alquimia del ser.
Las observaciones analíticas
practicadas entonces que abordaban el estudio de la escritura a partir de la
gestualidad morfológica, soslayando así la construcción semántica tan difundida
por entonces, fundó las bases de esta incipiente asignatura. Así, dieron inicio
las primeras interrogantes que llevaron a despertar el interés de los
pensadores más notables de la época, por develar lo que la letra guarda.
Entonces, podemos afirmar que desde
esas épocas tan remotas en las que los filósofos dedicaban sus días al profundo
estudio de las ciencias universales tuvieron la sapiencia de relacionar la
escritura y la personalidad, encuadrando así esta pseudociencia en los saberes
concernientes al hombre.
Tanto en Oriente como en Occidente
hubo quienes se consagraron al tratamiento de esta disciplina; aun cuando la
misma careciera de un semema que la identificara.
A continuación, un repaso de las citas más relevantes, de
algunos de los precursores más destacados en la materia.
ARISTÓTELES
Filósofo, polímata y científico griego (384 a.C. –322 a.C.)
Fuente: ‘THE SAVRVS’
Boletín de 1983
Instituto Caro y Cuervo
KUO JO – HSU
Filósofo chino (Siglo IV a. C.)
“La escritura muestra indefectiblemente si procede de una mente noble o de una persona vulgar.”
Fuente: HISTORIA DE LA GRAFOLOGÍA – www.garfología.com
DEMETRIO DE FALERA
Político y filósofo griego (350 a. C. – 282 a, C.
“La letra expresa el alma”
Fuente: HISTORIA DE LA GRAFOLOGÍA – www.garfología.com
DIONISIO DE HALICARNASO
(ca. 60 a. C. – ca. 7 d. C.) Historiador y crítico literario griego; que vivió más de veinte años en Roma ejerciendo con éxito su profesorado de retórica. Entre sus considerandos afirmaba:
“La palabra debe pensarse como elemento artístico. Mediante la oportuna organización de las palabras ordinarias se obtienen diferentes efectos decorativos, expresivos y estéticos. […] La actividad que mediante la contemplación continuada reproduce el modelo […] solo en la comparación se abre la posibilidad de determinar, de entre todos, los caracteres excelentes. Téngase en cuenta que comparar es, en última instancia, relacionar dos o más elementos que si bien pueden diferir en algunos aspectos son similares en lo esencial. Dicha esencia se encuentra en ocasiones oculta y requiere ser develada.”
Fuente: RETÓRICA Y POÉTICA – Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes - www.cervantesvirtual.com
NERÓN
(36d. C. – 68 d. C.) Emperador de la Antigua Roma desde el año 54 hasta su muerte, sin haber sido erudito en la materia, veneraba al arte y sus múltiples formas.
“Puedo lograr detectar si mis colaboradores tienen la capacidad para traicionarme. Lo hago de acuerdo a los rasgos de sus rostros y de la escritura de cada uno de ellos.”
Fuente: HISTORIA DE LA GRAFOLOGÍA – www.garfología.com
EDAD MEDIA
No existe, o por lo menos no se
conoce, que haya quedado documentación escrita de esa época apoyando nuevas
teorías, o revalidando las existentes, producto de investigaciones afines.
Ya sea porque las vicisitudes de la
época no lo permitieron, o porque el hombre se orientó a otro tipo de
intereses, la curiosidad por el análisis de la letra escrita no tuvo impulso ni
asidero en el Medioevo.
EDAD MODERNA
Inicialmente, la observación de los
atributos del grafismo fue un medio de interpretación simple; una forma de
analizar determinados rasgos del carácter. Con el tiempo, esta disciplina fue
convirtiéndose en un método de investigación dentro de la Psicología. De este
modo, se llegó a tratar una serie de diversificaciones, con distintos enfoques
y propósitos.
En pleno siglo XVI, hubo una primera publicación donde se
relacionaban los rasgos de escritura con la orientación vocacional, a cargo del
filósofo y médico español, nacido en Francia, Juan Huarte
de San
Juan (1529 – 1588). Y hacia
1622, un médico e investigador italiano de nombre Camillo
Baldi (1550 –
1637) publicó el “Tratado sobre un método para conocer la naturaleza y calidad de un escritor a partir de su letra”. Otro contemporáneo de estos, Prosper Aldorisius, nacido en Nápoles, pero bajo la corona española (ca. 1593 - V?) expuso una axiomática de la Grafología, distribuida en 72 principios, de los cuales inscribo aquí una pequeña selección:
XXXIV. El carácter gráfico de cada persona que escribe es específico por el hecho de que cada
persona tiene una naturaleza diferente.
XXXVII. Por
lo tanto, la causa que produce el carácter gráfico es, no solamente el espíritu
o los humores del cuerpo o sus distintas partes, sino todos estos elementos
juntos.
LX. Por la constitución de los elementos (que forman el
temperamento objeto del estudio de la escritura) se pueden conocer las
inclinaciones del alma, del cuerpo y de lo que ha ocurrido.
LXIII. Incluso en una persona que no tiene la costumbre de escribir, mediante la
Idengrafía (Ideografía) se pueden conocer estas características.
LXVIII.
Todo esto
que estudia la Grafología racional (Idengrafía / Ideografía) hace que el hombre
tienda a poder cambiar de estilo propio al apropiado, para de igual modo
cambiar sus costumbres anímicas, su futuro y sus propios eventos.
LXIX.
Para
analizar de forma completa la estructura no hay que olvidar características de
la pluma, del material sobre el que se escribe y el de la mano del quién
escribe.
LXXII. Por
esta razón, es de actuación científica las cualidades del que escribe, a partir
de las características de la escritura.
Entonces, el interés por la materia
cobró tal vigor en las esferas culturales del s. XVI que produjo nuevos
investigadores. A partir de sus observaciones se originó una apertura en cuanto
al abordaje de los distintos aspectos del signo gráfico, derivando en una
multiplicidad de áreas nuevas de investigación. He aquí, las distintas ramas de
la grafología, como la entendemos hoy:
GRAFOLOGÍA FISIOLÓGICA:
Estudia la localización y movimientos gráficos según su origen cerebral y su trayectoria a través de los centros musculares del brazo y de la mano.
GRAFOLOGÍA TIPOLÓGICA:
Se enfoca en descubrir las escrituras tipo o signos gráficos más frecuentes, en cada una de las tipologías más conocidas.
GRAFOLOGÍA MÉDICA:
Comienza en el año 1905 con un profundo trabajo de investigación a cargo de la psiquiatra francesa, Dra. Joseph Rogues de Fursac (1872 – 1942), impulsora de grandes avances aceptados en la actualidad.
Esta faceta observa, mediante la letra manuscrita y diversas pruebas basadas en dibujos a mano alzada, el comportamiento neurológico. De esta forma se pueden detectar y seguir el curso progresivo de distintas enfermedades neurodegenerativas; como el mal de Párkinson; el de Alzheimer; la enfermedad de Huntington; la Esclerosis Lateral Amiotrófica; etc.
GRAFOLOGÍA JUDICIAL:
Tiene como
finalidad descubrir a los autores de notas o cartas de carácter anónimas,
escritas con un perfil delictual. De igual modo, la especialización pericial
busca poder determinar la autenticidad o falsedad de firmas o datos, en
documentos de cualquier índole, que hayan sido producidas de puño y letra. A la
grafología judicial también se la conoce como Documentología. Tiene su
derivación en la orientación de Pericia Caligráfica.
GRAFOMETRÍA:
Se basa en la valoración cuantitativa de los movimientos gráficos elementales para los test psicotécnicos. El método creado en Norteamérica, por la grafóloga alemana Thea Stain-Lewinson (1872 -V?), permite que el cotejo de grafismos se pueda hacer mediante un ordenador electrónico. Conjuntamente con un equipo de psicólogos e ingenieros crearon un sistema donde intervienen distintas variables de medición. El método consiste en clasificar la cinta gráfica, valorando los conceptos gráficos de sus componentes ‘formal’, ‘vertical’, horizontal’ y ‘profundidad’, según una escala de siete puntos.
GAFOLOGÍA CARACTEREOLÓGICA:
Tiene su
especificación para la selección y promoción de personal, a la orientación
vocacional, la pedagogía, el estudio biográfico, etc. Esta rama comprende la
mayor cantidad de adeptos y utilizadores.
GRAFOTERAPIA:
Muy difundida en
Norteamérica y Francia, la grafoterapia tiene por objeto la corrección de
‘defectos’ del carácter; así como la reeducación de la escritura, la
rehabilitación de enfermos y de personas con capacidades cognitivas disminuidas
o con trastornos de origen conductual.
LA GRAFOLOGÍA EN EL MUNDO
ALEMANIA
Se centró en la
manifestación formal de la escritura, desde el movimiento. Ludwig Klages,
filósofo alemán (1872 – 1956) fundador de la primera escuela de grafología y de
la caracterología alemana, sentó las bases de la interpretación de la escritura
en el estudio del ritmo. Mientras los franceses prefieren las ‘formas’, los
alemanes prefieren el ‘movimiento’, la intensidad, la acción.
De la escuela klagesiana han surgido grandes investigadores como el neurólogo alemán Rudolf Pophal (1893 – 1966), que profundizó sus estudios en el origen fisiológicos de los gestos gráficos. Según este autor e investigador de la Universidad de Hamburgo el desarrollo genético de la personalidad humana se da a través de tres capas sucesivas:
SOMATOPSÍQUICA > Cuerpo,
Instinto e Inconsciente
TIMOPSÍQUICA > Sentimiento o dominio del
sentimiento
NEOPSÍQUICA > Dominio de la vida consciente
Roda Wieser, grafóloga e
investigadora alemana (1894 – 1986) estudió específicamente el grafismo de
delincuentes y criminales, publicando sus hallazgos en cinco libros de
difundida trascendencia.
ARGENTINA
interesando a los intelectuales de la época en esta ciencia. Por ese interés creado, consiguió el apoyo de los catedráticos de la Universidad de Buenos Aires, donde era profesor y donde dio numerosas conferencias al respecto; siendo éstas muy comentadas. Lastimosamente no quedaron obras escritas sobre sus investigaciones.
Otro importante investigador, que desarrolló buena parte de sus trabajos de investigación en Argentina, fue el grafólogo alemán Curt August Honrot, (1898 – 1966) quien descubrió las leyes de la emocionalidad reflejadas en la escritura. Honrot trazó un paralelismo entre el “lapsus cálami” y el “lapsus linguae” descripto por Freud; y logró demostrar que el ‘acto fallido’ escritural, junto a los actos fallidos en la conversación, conformaban un todo psicofísico. De esta forma sentó las bases de la Grafología Emocional. De ésta decía que era el estudio de los accidentes gráficos escriturales, o erratas (lapsus cálami), y que los mismos se daban por alteraciones emocionales, circunstanciales o dominantes, del sujeto.
Honroth también puso especial interés y dedicación en el estudio de las palabras reflejas, dejando un aporte tan novedoso que constituyó una nueva escuela. La grafología emocional está basada en ellas.
Las palabras reflejas, o palabras estímulo, se detectan porque muestran una gran diferencia gráfica con respecto a las otras palabras que componen la frase o el escrito. Éstas presentarán rasgos que las diferencien como ser de mayor o menor tamaño que el resto; porque se repiten demasiadas veces innecesariamente; porque algún componente de ellas esté de más, esté deformado o ausente; etc.
Pero además de las palabras reflejas, Honrot sumó al diagnóstico sus observaciones sobre la presión ejercida al escribir y la pastosidad o nitidez en que resultara la letra. Hizo hincapié en la forma de ligar las letras de una palabra; clasificó las diferencias entre torsiones, temblores y sacudidas; y puso en foco los retoques o correcciones hechas sobre lo escrito. También dio lugar al análisis de puntos accidentales que no tienen razón de ser y de trazos superpuestos o soldaduras (una especie remiendo sobre una letra); sumando así una larga lista de cosas que un buen grafólogo no debe dejar de ver. El Prof. Ángel Zarza continuó la obra de Honrot desarrollando la actividad aprendida en el Gabinete de Psicometría del Instituto Neuropsiquiátrico Borda.
Por otra parte, el
Rector del Instituto Superior de Humanidades, Dr. Amado J. Ballandras (1919 –
1999) creó el grafologómetro, un aparato no convencional que permite la
medición y análisis del grafismo, sujeto a comprobación posterior. Pueden
someterse a este aparato desde los primeros trazos de un niño hasta grafismos
de diferentes idiomas, que constituyan estructuras silábicas; como el
sánscrito, el japonés o los ideogramas chinos.
BÉLGICA
Desde el impulso tomado por
Francia, Suiza y Alemania, sobre los estudios sobre grafología, Bélgica ha
seguido de cerca los avances y se ha interesado en el tema; aunque no contara,
en un principio, con instituciones que se dedicaran específicamente a ello.
De todas formas, han sabido
destacarse por sus obras, producto de sus propias investigaciones. Así es que
publicaron trabajos sobre “La
escritura de los niños y adolescentes”; “Tratado
sobre la grafología”; incluso en 1960, la Prof. Jeanne Dubouchet
publicó “La analogía de los fenómenos
físicos y psíquicos y la escritura”, comparando las leyes de la
física con las leyes de la escritura.
NORTEAMÉRICA
Tuvo su punto más destacado en los
estudios llevados a cabo por Thea Stein Lewinson, grafóloga e investigadora
alemana (1907 - V?) y un grupo de
colaboradores formado por psicólogos e ingenieros, quienes crearon un método de
análisis de la escritura en base a curvas dinámicas, para ser sometidas a
dispositivos electrónicos. El postulado del método Lewinson señala: “La
escritura es una línea a la cual se ha dado forma moviéndose en tres
direcciones: vertical, horizontal y profundidad. Estas tres dimensiones están
unidas por una relación dinámica (contracción – equilibrio – disparo o reacción
impulsiva)”
Todos los signos gráficos valorables de estas componentes se
despliegan en un histograma previamente graduado, de modo que se puedan
establecer las cinco curvas de valoración, según los individuos.
Según Lewinson, los factores de
integración de la personalidad derivan en el aspecto ‘formal’ de la escritura.
Es decir que la forma de escribir las letras, en la cual se fusionan otros
elementos, está en correlación con el funcionamiento del individuo; con su
forma de actuar, de obrar.
La componente VERTICAL
expresa la organización racional del sujeto. La componente HORIZONTAL
representa la esfera socio-emocional. La componente PROFUNDIDAD está en
relación con la esfera física e instintiva, indicando en qué forma el sujeto
emplea sus energías libidinales.
De cada uno de estos aspectos se obtiene una curva y por último otra que los engloba a todos. Este método grafomético ha superado a otros más clásicos y han sido muy eficaces, especialmente en el diagnóstico de psicosis.
El grafólogo vienés Alfred Kanfer (1935 – 2007) ha estudiado el cáncer a través de la escritura. Su investigación, llevada a cabo en un largo período de cuarenta años, determinó que ‘en todo canceroso o posible canceroso se produce un deterioro más o menos acusado, según la importancia del caso, en la coordinación neurovascular, evidenciándose en la escritura. El método de Kanfer no permite localizar la ubicación del cáncer; pero sí puede determinar su existencia.
FRANCIA
Se puede decir que es la cuna de la grafología. Incluso, que Jean Hippolyte Michon (1806 – 1881) el padre de la criatura. De hecho, fue él quien dio nombre a esta disciplina conjugando los semas de origen griego: GRAFO à escribir, dibujar; y LOGÍA à estudiar.
En sus estudios llegaba al movimiento a través de la forma, postulando un sistema de grafología filosófica. Michon afirmaba que “La escritura es el reflejo del pensamiento”. Además, decía que “Toda escritura, como todo lenguaje, es la inmediata manifestación del ser íntimo, intelectual y moral”. Decía que “El signo sigue el movimiento del alma y cambia cuando el alma o el estado de ánimo cambia”.
La primera obra publicada por
Michon fue en colaboración con un tal Desbarrolles; sin embargo, esta sociedad
no lo satisfizo dado que este editor,
astrólogo y
quiromántico ‘contaminaba’ la Grafología con ideas mágicas y sin criterio científico
alguno; a criterio de Michon. El segundo libro de su autoría, aborda la
Grafología partiendo de los postulados filosóficos y de razonamientos muy
claros; desligándose de todo criterio ocultista. En esta obra, Michon expone
todo un sistema completo de grafología filosófica, abordando la ‘anatomía
gráfica’; la ‘fisiológica práctica’ y la ´clasificación racional de los signos
gráficos en familias de signos gráficos’.
En los inicios del siglo XX, el
botánico Crepieux-Jamin recoge y depura las enseñanzas del maestro, otorgando
un fino criterio científico a la materia. Perfecciona las leyes, los postulados
y clasifica los signos. Con Crepieux-Jamin la grafología se perfecciona y
extiende cada vez más en Francia, paralelamente con las ciencias auxiliares de
la economía y la sociología, en auge por entonces. De este modo, la Grafología
se integra a las nuevas corrientes del psicoanálisis y de la caracterología
moderna; y posteriormente a la de la grafometría.
A la vanguardia de todos, Francia
es la primera escuela en desarrollar todas las ramas de la grafología, con
destacados investigadores como Jacqueline Peugeot que ahondó su atención en
‘las anomalías de la escritura infantil’.
Francia dio un sinnúmero de publicaciones, congresos internacionales, seminarios locales y grandes especialistas en diversas áreas científicas avocados también a la Grafología.
INGLATERRA
El poeta y novelista británico de origen checo, Robert Saudek (1880 – 1935) fue quien apadrinó la
Grafología en la
Gran Bretaña. Saudek publicó ‘La
psicología del manuscrito’ (1925) y
‘Experimentos con manuscritos’ (1928). En el primer libro expone sus
experiencias sobre su interesante metodología de investigación, que consistía
en filmar el acto de escribir. Con ello basó sus estudios y fundamentó sus
conclusiones sobre los signos de ‘honestidad y deshonestidad’ que surgen en la
escritura. Las obras de Saudek fueron simultáneamente publicadas en inglés,
alemán, holandés y checoslovaco.
La Grafología en Inglaterra cobró
adeptos a partir de 1926, cuando se tradujo al inglés la principal obra de
Crepieux-Jamin.
ITALIA
Los grafólogos Lambroso, Moretti y
Astillero fueron los que llevaron la Grafología a toda Italia. Mediante la
publicación de la revista ‘Scritura’ se llegó a captar el interés en la
materia, de forma masiva. Se abrieron institutos especializados; se publicaron
varias otras revistas; se tradujeron obras afines y surgió un real interés por
la Grafología.
SUIZA
A través de los estudios del psicólogo, grafólogo, poeta,
dramaturgo y narrador suizo, Max Pulver (1889 – 1952) la Grafología se hace
conocida a nivel mundial. Pulver integró a la Grafología los principios del
Simbolismo, relacionando el Espacio Gráfico con el Psicoanálisis de Freud.
Su obra maestra ‘El simbolismo del manuscrito’ (1931) marcó un
hito en la materia. Con ella, el lenguaje grafológico se hizo universal.
En 1928 creó la primera asociación
de grafólogos local, abierta a cualquiera que estuviera interesado en la
materia y sede de numerosas conferencias de Grafología y Psicología. Para 1950
fundó la ‘Sociedad Suiza de Grafología’ integrada exclusivamente por grafólogos
profesionales y personas altamente calificadas en conocimientos o estudios de
Psicología.
La escuela de Pulver hace un paralelismo
entre la ‘palabra escrita’ y la
‘palabra hablada’.
De este modo un ‘lapsus calami’, que es una equivocación involuntaria
que se hace al escribir, por olvido o por falta de atención, puede ser
correspondido con el ‘lapsus
linguae’, que es un acto fallido al hablar, diciendo una palabra de
forma errática o diciendo una palabra en lugar de otra.
Del mismo modo, Pulver asocia los
‘gestos tipo’ o las ‘letras reflejas’ en concordancia con los ‘gestos
corporales inconscientes’ y los ‘latiguillos verbales’ que se repiten de forma
excesiva como si fueran un tic nervioso.